La estabilidad química durante el ciclo de vida de una faena minera requiere de una estructura y estrategia de trabajo que considere tanto el cumplimiento de las exigencias normativas como también las exigencias de la comunidad y medioambiente que van en un aumento paulatino. En este contexto, existe una gestión de la estabilidad química que se debe abordar de manera integral, donde el objetivo sea la gestión de cada uno de los proceso y/o instalaciones que son considerados como generadores de drenaje minero (DM) a lo largo de toda su vida útil, asegurando dicha estabilidad en el momento del cierre de la faena.
Dado que existe una gran cantidad de factores que influyen en la generación y transporte de drenaje minero (DM), y que este fenómeno puede producirse, incluso, mucho tiempo después de terminadas las operaciones mineras, es de gran importancia considerar esta estabilidad química de manera continua en el tiempo, para así controlar los efectos ambientales que pueden producirse en el largo plazo.
¿Qué buscamos?
Tecnologías de estabilidad química que permitan tratar los relaves antiguos a través de técnicas pasivas o activas para mejorar la calidad del drenaje hasta niveles aceptados.